El día que Gignac conoció a a su gran ídolo: Ruud van Nistelrooy
Es verdad, en el cuarto del joven Andre Pierre Gignac, en el pequeño poblado de Fos-Sur Mer, al sur de Francia y cerca de Marsella, había un gran poster de Zidane . Era su héroe local y conforme fue creciendo como jugador, convirtiéndose en una leyenda global, más fue adorándolo, pero hay un secreto detrás de ese afiche: Gignac tiene un ídolo mayor.
Más allá de valorar la técnica de su compatriota y de aplaudir sus logros, conforme fue creciendo como futbolista y como adolescente, Andre fue encontrando más referentes en el camino. Personajes que fueron determinando su manera de ver y vivir el futbol y de los que aprendió secretos y vicios a la hora de romper la red. Entre todos ellos, el más importante fue el delantero holandés Ruud van Nistelrooy a quien, tras verlo jugar con el Manchester United y con su selección, valora hasta la fecha como su gran ídolo en el futbol.
" De niño, mi ídolo era Zidane . Él viene de Marsella y jugó para los grandes clubes, era nuestro ídolo. Después, tuve un gran modelo de delantero: el holandés Ruud van Nistelrooy. Era un killer en el área, una bestia enfrente de la portería. Me gusta su estilo, con el pelo un poco largo, rebelde", comentó Gignac en su única entrevista en México , otorgada a Life and Style para su portada de la edición actual, mayo.
Y aunque Gignac había pasado por muchos equipos importantes , y era ya una figura en Francia, no había tenido la oportunidad de conocer de cerca a su ídolo y agradecerle por la influencia y por la pasión brindada hasta que el año pasado, exactamente el 25 de marzo de 2016, pudo cumplir su sueño y abrazar a su verdadero y gran ídolo.
"Tuve la fortuna de estar convocado para la eliminatoria al Mundial 2018 y enfrentar a la selección de Holanda, donde sabía trabajaba como asistente Ruud. La verdad no estaba nervioso, pero sí muy feliz de saber que podría acercármele aunque sea cinco minutos, pero no sabía cómo. Pero Patrice Evra lo conoce y él me ayudó a hacer el contacto previo al partido. Me le acerqué y le di las gracias, le dije lo mucho que lo admiraba, le dije que era mi ídolo. Nos vimos dos minutitos, pero fue muy grato", concluye el francés.