B.B. King se ha ido
B.B. King, quien falleció este jueves a los 89 años en Las Vegas, fue una de las últimas leyendas del blues, un estilo que interpretaba desde finales de los 40 y que continuó defendiendo en los escenarios hasta su muerte, siempre con su fiel guitarra, Lucille.
Afectado por nuevos problemas de salud, B.B. King había sido hospitalizado a principios de mes en Las Vegas por una deshidratación, según su hija Patty King.
El Rey del Blues, como se le conocía mundialmente, llevó una vida de sucesivas giras, conquistando al público de unos cien países con su guitarra y canciones de amor y de angustia como The thrill is gone y How blue can you get.
Artista consumado de voz ronca, consiguió enganchar a todas las audiencias: desde el tradicional público afroamericano hasta los fanáticos del pop y del rock.
King llegó a dar hasta 300 conciertos al año y fue el músico de blues que más premios Grammy recabó, un total de quince.
Por su sentido del espectáculo y su prolífica carrera, quizá sea el músico de blues que más ha influido en el rock. Referente de Eric Clapton, King también acompañó en una gira a los Rolling Stones en 1969 y a U2 veinte años después, consiguiendo acercar el blues a todas las generaciones.
Si bien sufría de una diabetes crónica y de una dolencia en las rodillas que no le permitía tocar de pie, King aseguró en una entrevista a la agencia AFP en 2007 que su enfermedad más importante se llamaba “¡Necesito más!”, prometiendo tocar “hasta la muerte”.