El erotismo y transgresión de Helmut Newton en México
“La fotografía de moda perfecta es aquella que no se parece a una fotografía de moda. Se parece más a una película, a un retrato editorial o quizás a las fotos de los paparazzi.”
Helmuth Newton es capaz de escarbar en nuestro lado más oscuro, de excitar nuestro inconsciente, de provocarnos y hacernos saber que todos llevamos un perverso dentro. Pero eso sí, un perverso elegante y sofisticado: admirador de la belleza.
Nacido en 1920 en Berlín y después nacionalizado australiano, Newton sin duda transformó los ideales estéticos de la fotografía y, en particular, de la fotografía erótica y de moda. Colaborador asiduo de revistas como Vogue o Elle, llevó su “porn chic” a extremos maravillosos para crear fotografías con un estilo único e inconfundible.
Provocativo, podía llegar a ser hasta violento, o gracias al uso magistral que hizo de la luz, llevar desnudos femeninos a grados andróginos, incluso masculinizados, sin perder nunca el glamour o la sofisticación. De un erotismo profundo, que combinó con escenografías de entornos de lujo, llenas de detalles artísticos, prefirió llevar la fotografía de moda a un nivel estético superior, casi fetichista: grises saturados y sombras inquietantes que nos llevan a nuestro propio lado oscuro.
Ahora, su obra llega a México a Patricia Conde Galería (Lafontaine 78, Polanco) con una muestra fotográf ica que pertenece su serie “Nudes”. Se muestran 30 fotografías que consolidan la reputación de Newton como uno de los máximos fotógrafos del siglo XX y uno de los mayores exponentes de la identidad y el erotismo femenino. Y lo mejor de todo, no sólo es un deleite ir a ver esta exposición sino que además, las fotos están a la venta.