El Tamayo, a la vanguardia del arte contemporáneo en México
Después del éxito que significó traer a Yayoi Kuzama y su Obsesión Infinita (más de 300 mil visitantes y filas de cuatro horas de espera los fines de semana), el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo no para en su afán de ser un museo de primer mundo y mostrar lo más relevante del arte contemporáneo actual y mantenerse a la vanguardia de ello en nuestro país.
Después de su remodelación en 2012, hoy es toda una experiencia ir al Tamayo: su restaurant y terraza son una delicia, su tienda muestra lo más avanzado del diseño nacional e internacional y sus exposiciones están siempre a la vanguardia.
Y ahora, lo logran de nuevo y traen por primera vez a América Latina a Stephen Willats , uno de los artistas británicos más importantes actualmente, con una retrospectiva que reúne más de 50 de sus obras: Hombre del siglo XXI, curada por Julieta Gonzalez, quien fue curadora de arte latinoamericano de la Tate Modern de Londres, y hoy es curadora en Jefe del Tamayo.
Stephen Willats es uno de los precursores más importantes del arte conceptual y en esta exposición se podrán ver videoinstalaciones, dibujo, fotografías, mobiliario, documentos, así como todos los números de la revista Control (considerada en sí misma una obra de arte -muchos viajeros y coleccionistas van a Londres exc lusivamente para adquirir cada número-), es decir, cinco décadas de creación artística, influida por temas como la cibernética, el diseño, la publicidad, y la pedagogía.
Su obra se hace particularmente relevante y vigente en esta época de globalización, fundamentalismos (al estilo que llevaron al asesinato de 12 personas en la redacción de Charlie Hebdo en París) y redes sociales absorbentes, pues Willats centra su obra en temas como el desplazamiento de la abstracción a la comunicación, la función social del arte y su carácter interdisciplinario; está constantemente interesado en el arte como una intervención en los patrones sociales e identidades culturales y examina la relación del arte con la cibernética.
Sin duda, esta es una de las exposiciones más esperadas del 2015, imperdible y una maravilla más de la experiencia de visita en que se ha convertido el Tamayo.