Las líneas de Vuitton
Hasta 30 mil dibujos realizo el arquitecto Frank Gehry antes de encontrar el diseño final para el Auditorio Walt Disney de Los Ángeles. Dibujos etéreos, trazos curvos y formas imposibles que espantarían a cualquier ingeniero, pero no a este genio de la arquitectura, que este año ha sumado a su palmarés el Premio Príncipe de Asturias y un nuevo edificio: el Museo de la Fundación Louis Vuitton para la Creación, en el Bois de Boulogne, en París.
Con la idea de levantar una inmensa nube que converse con el paisaje y de nuevo con la ayuda del software pensado para la construcción de aviones y formas aerodinámicas CATIA (Gehry fue el primer arquitecto en usarlo cuando proyectó el Guggenheim, en Bilbao), Frank ha dado un paso adelante para abrir una nueva etapa dentro de su obra. Una, si cabe mencionarlo, todavía más revolucionaria.
Esta vez, la novedad ha sido el uso del vidrio para reforzar la percepción de ligereza, luminosidad y movimiento, misma que lo llevó a volver a desafiar las limitaciones de la arquitectura ; compuesto por 12 grandes velas de cristal que cubren el cuerpo del edificio, al tiempo que trazan curvas en el aire mediante un nuevo sistema que ondula los 3,600 paneles de vidrio usados, el museo del grupo LVMH es, desde este preciso momento, un nuevo hito arquitectónico valorado en 105 millones de euros... algo más de 1,800 millones de pesos.
La nube canadiense abrirá sus puertas en octubre con el objetivo de fomentar y promover la creación artística contemporánea, por lo que su contenido se centrará en obras del siglo XX y XXI. Su inauguración, además, coincidirá con la primera retrospectiva de la obra de Frank Gehry en el Centre Pompidou, también en París.