Así es manejar el nuevo Porsche Panamera GTS en el desierto
Viajar desde México a un país situado a la orilla del Golfo Pérsico es una experiencia exótica desde antes de abordar el avión y es inevitable imaginar si aquel lugar será parecido a lo que uno ve en el cine o si el hecho de que sea un país musulmán en su mayoría implique cierto peligro. Nada más alejado de la realidad pues aunque en Bahrein la mayoría de la gente practica el islam, existe la libertad de culto y nadie es mal visto por practicar otra religión.
A pesar de ser un reino y de tener básicamente todo lo necesario para vivir sin problemas, la gente común y corriente en Bahrein es más similar a los mexicanos de lo que pudiera pensarse, son amables y pocas son las mujeres que usan burka pues portarla es una decisión personal, no impuesta.
La poca vigilancia policíaca transmite una sensación de seguridad pues los pobladores de esta isla no tienen un espíritu belicoso, son descendientes directos de los Dilmun que se dedicaban al comercio y a llevar una vida sencilla comerciando perlas y miel de dátil.
Manejar un Porsche Panamera GTS por las perfectas, desérticas y solitarias carreteras de Bahrein, bajo temperaturas de 35 a 40 grados, es una visión casi apocalíptica.
A un costado de la carretera hay docenas de torres extrayendo y quemando petróleo mientras el poderoso motor permite acelerar a 250 km por hora en solo unos segundos y gracias a la estabilidad de la suspensión y su modalidad sport plus que permite que el chasis se pegue más al pavimento pareciera que el auto apenas va a 80 km/h, así de estable y de segura es la experiencia de viajar en el interior de este modelo, cuya máxima velocidad es de 292 km/h.
Su navegador posee paneles sensibles al tacto y jamás pierde conectividad por lo que es prácticamente imposible perderse en ningún camino o carretera del planeta. Recorrer toda la isla desde su capital Manama hasta la exclusiva zona residencial de Durrat Al Bahrein y de regreso solo toma tres horas y media a bordo del Panamera GTS.
Tras el desértico recorrido por esta tierra y visitar por unos minutos un árbol de cientos de años de antigüedad al que se le atribuyen características extraordinarias y se cree que es el mítico árbol del Edén, se vislumbra el Circuito Internacional de Bahrein, sede oficial de la Fórmula 1 , donde se pondrán a prueba estas máquinas en una pista diseñada para pilotos profesionales.
Sentir la potencia del motor V8 biturbo con 460 caballos de fuerza es una sensación que altera la conciencia y sobrecarga de adrenalina pues pocas veces se tiene la capacidad de tomar una curva a 150 km/h con una estabilidad espectacular y un control absoluto en el volante.
Después de un día entero corriendo en el circuito, el rugido de los motores parece una sinfonía y disfrutar el manejo nocturno por un par de horas extra es el cierre perfecto para esta aventura en el medio oriente.