2005, el año en el que Fernando Alonso tocó el cielo de Fórmula 1
Luego de deslumbrar al mundo en un equipo sotanero como Minardi en 2001, Fernando Alonso vivió una temporada como piloto de pruebas de Renault en 2002. Al año siguiente, ya como piloto titular, consiguió su primera victoria.
Para 2004, Flavio Briatore, mandamás del equipo, y el propio español esperaban regresar a lo más alto del pódium, pero una campaña con altibajos no le permitió ningún triunfo.
Los abandonos en Mónaco, Canadá, Estados Unidos y Spa-Francorchamps, no eran buenos recuerdos para el joven de 22 años que tenía los reflectores y la presión de mantener uno de los asientos más buscados de ese momento.
Así encaraba el 2005. Con esa idea recurrente de que el 2002 había sido un año perdido, desperdiciado, pero con el hambre de demostrar que la victoria en el Gran Premio de Hungría de 2003 no había sido una casualidad, sino producto de su talento y el desarrollo de Renault .
La oportunidad de demostrar su valía se dio desde el segundo Gran Premio de la campaña, el de Malasia, donde consiguió su segunda victoria en la serie y que sirvió como una válvula para deshacerse de la presión que había en su espalda.
La motivación estaba en las manos del asturiano, quien consiguió triunfos en las dos siguientes carreras, Barhein y San Marino, para irse al liderato de la máxima categoría. Llegaba la ronda en casa, el GP de España, y todo indicaba que 'El Nano' tendría su primera victoria en frente a los suyos, pero una ponchadura de neumático se lo impidió, aunque logró un desempeño fenomenal, para terminar en segundo.
Nada podía detener a Alonso para demostrar que estaba destinado a ser de los mejores. Competir con los grandes de la época, como Michael Schumacher , Kimi Räikkönen, Juan Pablo Montoya o David Coulthard poco parecía importarle, y realizaba rebases que sólo eran ejecutados por veteranos de la serie.
El Gran Premio de Europa, en Nürburgring, le vio de nuevo en lo más alto, sacando casi 17 segundos al Williams de Nick Heidfeld y 18.5 al Ferrari de Rubens Barrichello.
Se presentaba Canadá . El fantasma del retiro del año anterior se presentó de nuevo frente al Renault y Alonso vio su primer choque de la temporada. El contacto con el muro fue decisivo y el piloto de Renault se daba tiempo para bajar las revoluciones.
Una semana después se presentó uno de los Grandes Premios más polémicos de la historia. Debido a problemas con los neumáticos y fuertes accidentes durante las sesiones previas, todos los equipos (excepto tres) decidieron retirarse tras la vuelta de formación. Seis autos compitieron, pero Alonso, y todo el circo, regresaron a Europa .
Francia le dio la oportunidad de retomar la temporada de ensueño. Un triunfo en la casa de Renault colocó el ánimo del equipo en la nubes. El campeonato se veía real, cercano, alcanzable. Nada puede hacer que un hombre se aferre más a su sueño que el acercarse a la meta, hacerla visible, y fue ese momento en el cual Alonso vio el trofeo de campeón como algo que conseguiría a final de año. La segunda mitad sería difícil, pero había algo por lo cual luchar.
Vino Inglaterra y sólo el talento de Montoya pudo impedir el triunfo, pero con el segundo lugar se afianzaba en el liderato. Ventaja que acrecentó con una nueva victoria en Alemania. Los puntos estaban de su lado, y si bien McLaren había despertado, le permitiría manejar la campaña.
Y así fue. Vino una racha de seis triunfos de McLaren (Kimi en Hungría y Turquía; Montoya, Italia; Räikkönen, Bélgica; Juan Pablo, Brasil y Kimi en Japón), pero la final, en China, esa tenía que ser para Fernando.
La calificación fue copada por Renault, con Alonso delante de Fisichella. Fernando protegió la posición y aunque Kimi y Ralf Schumacher dieron cuenta de Giancarlo, el español logró mantenerlos a raya para conseguir su séptimo triunfo del año. Nada mal para un joven de 22 años, quien se coronaría como el piloto más joven de la historia en convertirse en campeón mundial.
Alonso cerró con 133 unidades contra 112 de Kimi, quien a pesar del cierre no pudo ante 'El Nano'. Schumacher, con Ferrari, apenas pudo sumar 62 tantos, para el tercer lugar. Así de aplastante fue el manejo del asturiano.
A 13 años de esa temporada de ensueño, Alonso decide dejar Fórmula 1, pero deja un mensaje de esperanza para sus seguidores: Si McLaren mejora en 2019, podría estar de vuelta.